La Pitaya, o pitahaya (hylocereus undatus), es un cactus frutal originario de América central.
Es una planta perenne, de porte trepador y muy ramificada; por lo que necesita entutoramiento, generalmente hecho con postes de madera o troncos de árboles para soportar el peso de la planta y de los frutos.
La pitaya puede llegar a medir los 10 metros de largo, siempre que tenga un soporte para trepar, aunque también puede desarrollarse con porte rastrero por el suelo.
Si estas preparando tu huerto te dejamos unas sugerencias aquí:
Naranjo, Limonero, Maracuyá, Tamarillo, Paraguayo, Níspero, Higuera, Caqui, Lima, Albaricoque, Avellano, Litchi, Platanera, Algarrobo, Carambola, Guayaba, Kiwi, Nuez de Macadamia, Caviar Cítrico, etc.
Tamaño maceta:
Diámetro 25 cm.
Sustrato:
Respecto al suelo; es una planta que se adapta a todo tipo de suelos, pudiendo desarrollarse en suelos secos y pobres, no obstante, le gustan los suelos, sueltos y ricos en materia orgánica, que tengan un buen drenaje, debido a que es una planta sensible al encharcamiento.
El sustrato es muy importante para su crecimiento y buen desarrollo, por lo que tiene que ser de buena calidad. Recomendamos el sustrato universal ecológico que es de excelente calidad.
Riego:
Es una planta que no necesita mucha agua, excepto los primeros años para que se implante bien y tenga un buen crecimiento, después solo debemos regarla en época de floración, ya que si la regamos durante todo el año, disminuiremos la cantidad y calidad de la floración.
Luz:
Necesita mucha luz solar, por lo que debemos ubicarlo a pleno sol.
La pitaya necesita climas cálidos y húmedos, no obstante, también se desarrolla bien en ambientes secos.
La temperatura óptima para la planta, es entre 15º y 25º grados, no obstante puede aguantar bien hasta 40ºC, cuando puede empezar a sufrir daños por quemaduras.
Si el sol de nuestra zona es demasiado intenso, podemos sombrearla un 30%, no obstante si nos excedemos con la sombra, tendremos más dificultad para obtener los frutos.
Abono:
El abonado más adecuado para la pitaya es a base de materia orgánica y fósforo.
El abono es imprescindible para que crezcan al máximo. Siempre es mejor uno orgánico como el abono orgánico frutales.
Debe aplicarse una vez al mes, respetando siempre la dosis recomendada por el fabricante. Puede ser abono líquido, sólido o granulado. Recordando siempre que para plantas en maceta es más fácil controlar la dosis con abono líquido.
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